Beber un exceso de alcohol podría aumentar el riesgo de fragilidad, según un estudio
Tener un consumo excesivo de alcohol a una edad más temprana pone a una persona en riesgo de pérdida muscular y fragilidad a una edad más avanzada, sugiere una nueva investigación.
Estos hallazgos son otro motivo para reducir el consumo de alcohol, según el equipo de la investigación, de la Universidad de East Anglia (UEA) en Reino Unido.
“Perder músculo con la edad conduce a problemas de debilidad y fragilidad a una edad avanzada”, señaló la profesora Ailsa Welch, de la Facultad de Medicina de Norwich de la UEA.
“El consumo de alcohol es un importante factor de riesgo modificable de muchas enfermedades, de forma que deseábamos averiguar más sobre la relación entre beber y la salud muscular al envejecer”, planteó en un comunicado de prensa de la universidad.
Los investigadores utilizaron datos de UK Biobank sobre casi 200,000 personas de 37 a 73 años, y encontraron que los que tenían la cantidad más baja de músculo en el estudio bebían el equivalente de una botella de vino al día.
Los investigadores también ajustaron según el tamaño corporal, porque las personas más grandes tienen más masa muscular. Tomaron en cuenta el consumo de proteína y la actividad física.
“La mayoría de las personas tenían 50 y 60 y pico de años. Encontramos que las que bebían mucho alcohol tenían una cantidad más baja de músculo esquelético, en comparación con las personas que bebían menos, tras tomar en cuenta el tamaño corporal y otros factores”, señaló Jane Skinner, también de la Facultad de Medicina Norwich de la UEA.
Observamos que de verdad se convirtió en un problema cuando las personas bebían 10 o más unidades al día”, que es el equivalente de más o menos una botella de vino o de cuatro a cinco pintas de cerveza, explicó Skinner.
La masa muscular y el consumo de alcohol se midieron en las personas a la misma vez, de forma que los investigadores no pueden estar seguros respecto a un vínculo causal.
Aun así, “este estudio muestra que el alcohol podría tener efectos nocivos en la masa muscular a unos niveles más altos de consumo”, enfatizó Welch.
“Sabemos que perder masa muscular al envejecer conduce a problemas de debilidad y fragilidad, de forma que esto sugiere otro motivo para evitar beber unas cantidades grandes de alcohol de forma rutinaria en la mediana edad y a una edad más avanzada”, añadió.